El trabajo realizado por Alan Turing, matemático, informático y criptoanalista británico en la segunda guerra mundial quien logró descifrar códigos de los nazis con lo cual salvaron miles de vidas, cuya evolución hoy se conoce como inteligencia artificial, resulta amenaza para la humanidad y requiere ser sometida a reglas, atemperar el impacto negativo.
Esta situación alarma y, mucho, aseguró el doctor Arturo Matiello Canales, presidente de la Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior, cuando la titular del Fondo Monetario Internacional, en Cumbre de Davos, Suiza habló del desplazamiento del 50 % de la población económicamente activa de países desarrollados en plazo de siguientes 2 años.
Se trata de un ritmo excesivo en la tecnología que obligará también a los gobierno a elevar la calidad del conocimiento, formar generaciones mejor preparadas para obtener beneficios previstos en productividad, bienestar en lugar de que este modelo de ciencia cognitiva desplace al recurso humano como sucedió en su momento con la revolución industrial – 1760, 1870 , 1914 -, pero ahora de efecto potencializado.
Este pronunciamiento ocurrió ayer en el auditorio de la Universidad de las Naciones durante intercambio sostenido con reporteros de la conurbación Veracruz -Boca del Río, en el cual intervinieron el doctor Jeremías Zúñiga Mezano y el médico Carlos Freda Roiz, ocupados en los temas de seguridad pública y biotecnología.
Caso de robots es cosmético
Lamentable, dijo más adelante Matiello Canales el nivel de desinformación prevaleciente en el grueso de la sociedad mexicana de este movimiento del siglo XXI. La mayoría del pueblo piensa en inteligencia artificial relacionado sólo con el uso de robots en plantas automotrices u otros frentes industriales; sin embargo esta referencia se reduce a un recurso de simple imagen cosmética.
El sentido va más allá en lo económico, político, involucra a la sociedad en su conjunto, “sacudida” de gran calado.
Aplicación británica moderna
Ubicados en el presente, diremos, las bases sentadas por Alán Turing, son aplicadas con sentido empresarial por su compatriota británico también Mustafá Suleyman convencido de que el cerebro humano es una máquina de computación digital. En el tema de la educación, el entrevistado comentó el aspecto positivo mediante la aplicación de herramienta tecnológica que cumpla la función de elevar la productividad tanto de mentores como estudiantes.
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