La Semana Santa comprende los días más importantes de la iglesia católica del año, con festividades que duran varios días y que recuerdan y conmemoran la Pasión de Cristo, incluida la Última Cena del Jueves Santo y crucifixión del Viernes Santo.
Estos dos días son los más relevantes de toda la temporada ya que, según los relatos bíblicos, es cuando termina la Cuaresma de 40 días de ayuno y es cuando se cumplen las profecías de la muerte de Jesucristo en la cruz.
El Jueves Santo se realiza la última cena de Jesús con sus discípulos y el lavatorio de los pies
El Jueves Santo recuerda el mandato o comando de Cristo, en latín Mandatum. En este día Jesús realiza la Última Cena de la Eucaristía con sus apóstoles, indica el evangelio de Juan 12, 1-15.
En esta conmemoración, se recuerda que Jesús entregó su vida en el pan y el vino y con ello se dio origen a la eucaristía; además, se lleva a cabo el lavatorio de pies que simboliza el servicio a los demás.
Por otro lado, en la liturgia católica, en esta fecha se celebran dos misas: La Crismal, que es presidida por el Obispo Diocesano y celebrada por su presbiterio, consagrando el Santo Crisma y bendiciendo los demás óleos que se usan en la administración de los principales sacramentos.
En esta misa, los sacerdotes renuevan las promesas realizadas el día de su ordenación, siendo una manifestación de comunión entre las autoridades eclesiásticas.
Posterior a las misas, se celebra la Hora Santa, que recuerda la agonía y el encarcelamiento de Jesús en el huerto de los olivos, lugar donde Judas lo traicionó.
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