Más de 10 años transcurrieron desde el momento que el gobierno del Estado interrumpió el desarrollo del libramiento del centro histórico de Tlacotalpan que evitaría el paso de camiones transportadores de 20, 30 y hasta 40 toneladas de caña de azúcar rumbo al ingenio San Pedro ubicado en el municipio de Lerdo de Tejada.
De los comentarios recogidos de avecindados de la Perla del Papaloapan destacan lamentaciones por graves afectaciones en contaminación ambiental, alto riesgo de accidentes consecuencia del movimiento mayor a los 100 armatostes diarios; pero el aspecto de mayor impacto radica en el deterioro ocasionado en inmuebles localizados en esa zona al provocar vibraciones del suelo, mismas que desestabiliza construcciones antiguas, hechas de mampostería, carentes de refuerzos estructurales.
La historia del tema data del convenio firmado por la administración municipal periodo 2011-2013 con el gobierno del Estado.
Proceso legal satisfecho con pago de derecho de vía y demás inherentes a fin de emprender los trabajos de manera ininterrumpida con avance de 7 kilómetros concluidos, revestidos de carpeta asfáltica; sin embargo, en la última etapa del sexenio encabezada por el gobernador Javier Duarte de Ochoa afloraron conflictos mayores de sobra conocidos por la opinión pública y suspendieron programas de construcción.
Libramiento de Tlacotalpan sigue abandonado
La parte fuerte de la infraestructura está hecha, pendientes 4 kilómetros sin que hasta el momento los sucesores dieran prioridad a intereses de habitantes de Tlacotalpan y mas allá por ser poseedora de la denominación de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En otra parte de las opiniones vertidas por entrevistados demandaron a las autoridades estatales, ya en el último año del sexenio incorporar en el plan de prioridades la terminación del libramiento del centro histórico de Tlacotalpan.
Recuperar el tiempo perdido durante el bienio panista y los 5 de Morena. Ya se invirtió la mayor parte del presupuesto original, valdrá la pena que el equipo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez le ponga la “cereza al pastel” y así, durante las siguientes moliendas de caña deje de repetirse la pesadilla referida. Con buena voluntad política quedaría superada de manera definitiva.
Por Mario Vásquez Sandoval
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