Max Verstappen alcanzó su séptimo triunfo de la temporada al ganar el Gran Premio de España, convertido en guerra de estrategias entre Red Bull, McLaren y Mercedes—que subió al podio por segunda carrera en fila—.
El neerlandés supo ser paciente y aprovechó los momentos que tuvo, algunos de ellos diseñados por su equipo de carrera, para vencer a Lando Norris (McLaren), que lideró por algunas vueltas el Gran Premio disputado en Barcelona.
Verstappen y Norris estaban pronosticados para protagonizar un nuevo duelo, como en el Gran Premio de Miami y el Gran Premio de Montreal, tras su cerrada sesión de clasificación. Pero hubo un invitado inesperado en la contienda, al menos por unos minutos.
En la largada, Max Verstappen atacó a Norris por afuera y el británico respondió al cerrarle el camino. Esto fue aprovechado por George Russell (Mercedes), quien tuvo un gran inicio y pasó del cuarto al primer lugar en la primera curva, al lanzarse por la parte exterior de la pista.
Russell ilusionó a los aficionados de Mercedes con un nuevo triunfo, pero apenas pudo aguantar la posición una vuelta, al ser rebasado por Verstappen en el segundo giro.
Norris, que cayó desde la pole position hasta el tercer puesto, comenzó su remontada con un adelantamiento sobre Russell, que concluyó en el cuarto peldaño.
En la vuelta 15, Red Bull llamó a boxes a Max Verstappen para montarle gomas amarillas. Esto fue aprovechado por Norris para tomar la cima de la carrera, aunque probablemente le costó el triunfo.
El británico se negó a entrar a pits para seguir la estrategia de Verstappen y se mantuvo en pista, con la intención de generar una ventaja que le permitiera mantenerse cerca del neerlandés.
Max Verstappen gana por tercer año en fila el Gran Premio de Espala; Checo Pérez fue octavo
La decisión del piloto de McLaren fue contraproducente. Sus gomas suaves perdieron ritmo y tuvo que entrar antes de lo esperado a boxes para montar llantas medias nuevas. A su vuelta, Norris cayó hasta el sexto peldaño.
Verstappen recuperó la cima de la carrera y construyó una ventaja de 9.5 segundos sobre Norris, que perdió algunas vueltas y segundos en su batalla con Russell para recuperar la segunda plaza.
En un momento clave del Gran Premio de España, Red Bull pidió a Verstappen ingresar a box, cuando su ventaja sobre Norris se había disminuido a solo cuatro segundos, y le montaron nuevamente llantas rojas con 21 vueltas por delante.
Norris volvió al liderato de la carrera, pero este duró muy poco. Un par de vueltas después, McLaren copió la estrategia de Red Bull, cuando se pensaba que alargaría su stint, y llamó a su piloto a boxes para colocarle llantas suaves.
La parada de Norris fue lenta y regresó a la pista por detrás de Verstappen, a poco menos de siete segundos. El británico empujó su monoplaza al máximo, pero no logró descontar mucho.
Max Verstappen administró sus llantas y su victoria, la 61 de su carrera, para ver la bandera a cuadro con 2.2 segundos de ventaja sobre Norris, que se llevó la segunda posición. El podio lo completó Lewis Hamilton, que rebasó a Russell en las últimas vueltas.
El mexicano Sergio Checo Pérez terminó en la octava posición y sumó cuatro puntos, después de largar en el puesto 11.
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