Este 18 de marzo se cumplen 85 años de que el presidente Lázaro Cárdenas decretara la expropiación de los bienes de las compañías petroleras extranjeras que operaban en el país.
Este hecho marcó un hito histórico en la lucha por la soberanía y la independencia de México, y se convirtió en un símbolo de la defensa de los recursos naturales y la justicia social.
La expropiación petrolera fue el resultado de un largo proceso de lucha y movilización social que había comenzado mucho antes, desde la época del Porfiriato.
Durante décadas, las compañías petroleras habían explotado los recursos naturales de México, sin preocuparse por las condiciones laborales de los trabajadores, ni por el impacto ambiental en las comunidades donde operaban. Además, el gobierno mexicano recibía una mínima parte de las ganancias generadas por la industria petrolera, mientras que las empresas extranjeras se llevaban la mayor parte de los beneficios.
Ante esta situación, diversos sectores de la sociedad comenzaron a organizarse para exigir un trato justo y una mayor participación en la gestión de los recursos petroleros. Fue así como surgieron los primeros movimientos obreros, campesinos e indígenas, que se unieron para formar un frente común en defensa de la soberanía nacional.
Lázaro Cárdenas y su papel en la expropiación petrolera
El presidente Cárdenas, que había llegado al poder en 1934, entendió la importancia de este movimiento y decidió dar un paso histórico: la expropiación de las empresas petroleras. Con esta medida, el gobierno mexicano asumió el control total de la industria petrolera, nacionalizando los bienes y recursos que hasta entonces estaban en manos de empresas extranjeras.
La expropiación petrolera tuvo un gran impacto en la sociedad mexicana y en la opinión pública internacional. Mientras que en México se vivió un clima de júbilo y celebración, en Estados Unidos y otros países extranjeros se desató una ola de críticas y amenazas, que llegaron incluso a plantear la posibilidad de una intervención militar.
Sin embargo, la expropiación petrolera resultó un éxito rotundo. La industria petrolera se convirtió en un motor del desarrollo nacional, generando empleos y riqueza para el país. Además, sentó un precedente importante en la defensa de los recursos naturales y la soberanía nacional, que ha sido retomado por distintos movimientos sociales a lo largo de la historia.
Hoy, 85 años después de la expropiación petrolera, este hecho sigue siendo recordado como uno de los momentos más emblemáticos de la historia de México. La expropiación petrolera es una muestra de que cuando la sociedad se organiza y lucha por sus derechos, es posible lograr grandes cambios y transformaciones sociales.
Casi tres meses después de la Expropiación, el 7 de junio de 1938, se fundó Petróleos Mexicanos (PEMEX), paraestatal a la que se le dotaron las facultades necesarias para realizar todos los trabajos de exploración, explotación, refinación y comercialización de petróleo dentro del país.
El impacto de esta movilización social y política permitió que se regularan las condiciones de los trabajadores del sector petrolero. Actualmente, la actividad petrolera es una de las más importantes a nivel nacional y dicha industria se concentra en los estados de Campeche, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Tabasco, Puebla y Veracruz. No obstante, el 90% del recurso energético se extrae en 18 municipios de los estados de Campeche, Veracruz y Tabasco.
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