Como regalo de vida califica un grupo de mujeres agradecidas por el extraordinario trabajo realizado por equipo médico del Centro Médico Nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social en materia de trasplante de riñones encabezado por el nefrólogo Luis Javier Mateu. Quedaron liberadas de la pesadilla que significa el cuadro de insuficiencia renal crónica.
En el marco del Día Mundial del Riñon, celebrado el día 9, o sea, el segundo jueves de cada mes de marzo, reporteros de El Dictamen charlaron con la señora Yamira Hernández Canseco, de 45 años de edad, oriunda del municipio de Tierra Blanca quien confiesa, desde la primera etapa de su juventud padeció síntomas propias de la enfermedad.
Animadas por el cambio de calidad de vida, tanto la entrevistada como Anailsa Sánchez Díaz y otras 2 organizadas en la campaña de difusión, asumen la tarea de agradecer a la comunidad médica institucional por devolverles la salud y, al mismo tiempo transmitir mensaje relacionado con el origen, desarrollo y adecuado manejo de la enfermedad a través de tripticos que distribuyen en cafés y demás lugares públicos; por cierto, con cargo al presupuesto familiar de cada una.
Abierta a dar respuesta a todos los cuestionamientos de periodistas, Hernández Canseco reveló paso a paso el triste pasaje; pero afortunadamente con final feliz. Apenas a los 21 años de edad, en su natal Tierra Blanca padeció los primeros síntomas: fatiga al caminar, cansancio en general, registro de moretones en la piel, disminución del apetito. Sus padres la condujeron a consulta médica particular, vinieron los análisis con los cuales diagnosticaron hipoplasia renal conocida comúnmente como riñones infantiles.
Nueve años transcurrieron desde la cirugía del trasplante realizado por la manos maravillosas de galenos acompañadas de la bendición de Dios. Resultado satisfactorio. Siete días después de salir del quirófano Yamira recuperó normalidad en sus signos vitales. Hoy quedaron atrás dolorosas jornadas de 10 años de diálisis cada 4 horas al día y luego 1 año con 2 meses pasaron a la hemodiálisis.
Pesadilla de 11 años esperando transplante de riñón
En el caso concreto de la entrevistada hablamos de una donación cadavérica cuyo trámite ocurre en el Centro Nacional de Trasplantes – CENATRA -, entregan número de registro y esperan turno hasta tener disponibilidad del riñón de un cadáver. En ese momento convocan a los designados, aplican exámenes de compatibilidad y los casos idóneos serán los afortunados.
Enseguida vienen los cuidados extremos a fin de crear condiciones favorables que eviten el rechazo del cuerpo extraño. Régimen alimenticio riguroso a base de pollo, pescado, clara de huevo, verduras, nada de carnes rojas, a cambio recomienda ingesta de mucha agua. En síntesis, pueden comer de todo con el paso de los años, pero con medida, equilibrio casi perfecto.
Elocuente en partes de la entrevista, resultó la expresión de la señor Yamira Hernández Canseco, quien describe panorama tan opuesto como la noche y el día, éste último semejante al paraíso que ahora le toca vivir. Por esa razón pide a la población de todas la edades saber escuchar a nuestro cuerpo, en el caso de insuficiencia renal crónica prender alerta al momento de padecer dolor de cabeza, fatiga muy pronunciada al grado de carecer de fuerzas al caminar, náuseas, hematomas o sea los moretones que aparecen en la piel.
Al detectar esos signos, de inmediato proceder a la práctica de exámenes de orina general, biometría hemática y Química Sanguínea. En el caso de la informante, la causa del problema es de naturaleza congénita, asi nació, riñones que nunca evolucionaron; pero en la mayoría de los escenarios, responde a descuidos en manejo de hipertensión arterial, diabetes. Importante saber también que una persona puede perder hasta el 90 % de sus funciones renales antes de percibir síntomas que pueden ser: tobillos hinchados, fatiga , problema para concentrarse, disminución del apetito, sangre en la orina y orina espumosa.
Por esa razón la detección temprana es crucial porque permite el tratamiento adecuado antes de que el deterioro sea mayor. No existe cura para la insuficiencia renal crónica, sólo salvan la vida con el trasplante combinado con medicamentos y dieta saludable. Esa mezcla virtuosa como señalamos al principio puede restaurar la función renal normal. No esperemos milagros, lo fundamental es la autodefensa, siempre con la ayuda de Dios.
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