Un estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) arrojó datos alarmantes para la salud con relación a un producto de la marca Galletas Emperador Gamesa; el artículo sometido a pruebas fue el de las galletas Emperador de limón Piruetas para conocer su composición y los riesgos de consumir de manera frecuente estas galletas.

Este producto cuenta con tres sellos de advertencia en su empaque, los cuales son “Exceso calorías”, “Exceso azúcares” y “Exceso grasas saturadas”, razón por la cual desde un principio el empaque advierte de la composición de una galleta y lo que podría generar si se consumen más de una.

La Profeco analizó un empaque de Galletas Emperador Piruetas, tipo sándwich con relleno sabor limón (paquete de 163 gramos), cada galleta está compuesta por 16 ingredientes en total, los cuales se describen a continuación:

Harina de trigo
Azúcares añadidos (azúcar, jarabe de alta fructosa)
Aceite vegetal
Emulsificantes (lecitina de soya)
Ésteres de propilenglicol de ácidos grasos
Monoestearato de glicerilo
Estearoil
Lactato de sodio
Sal yodada
Saborizantes artificiales, naturales e idénticos al natural
Ácido cítrico
Colorante (tartrazina laca)
Metabisulfito de sodio
Contiene trigo (gluten), soya y sulfitos.

En la composición de la galleta Emperador de limón tiene dos aditivos que son altamente peligrosos para la salud, los cuales son el metabisulfito de sodio y el colorante tartrazina.

El Metabisulfito de sodio es un conservador antifúngico, evita que la galleta empaquetada genere algún tipo de hongo. Pero estudios científicos han revelado que consumir esta sustancia puede generar alteraciones en cromosomas humanos, genera un impacto corrosivo en el tracto digestivo.

Además, si el químico sin procesar para los alimentos entra en contacto con la piel, ojos, bronquios y vías respiratorias es altamente corrosivo e irritante.

Mientras que el colorante tartrazina es altamente alergénico, afecta mayormente a niños con asma o con alta susceptibilidad a alergias. Su consumo excesivo puede desencadenar una urticaria crónica, y es que este colorante es derivado del petróleo.

El consumo de este colorante en la población infantil desencadena más riesgos para la salud, en especial en aquellos diagnosticados con hiperactividad y/o déficit de atención, al consumirlo en la galleta detona los síntomas de los trastornos y los agudiza.

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