Excelente noticia conocieron ganaderos asistentes a la demostración de resultados de siembra de maíz V-520 tuxpeño ocurrida a principio de la presente semana en el rancho del agricultor y ganadero Luis Manuel Ortega García, localizado en Santa Rita, municipio de Veracruz Puerto, al comprobar, en el lugar de los hechos mejoría del 100 % comparado con las presentaciones tradicionales en contenido de proteínas y resistencia a invasión de enfermedades.

Buena impresión se llevaron los invitados al evento agrotécnico orientado a la ganadería y aprovechamiento del grano cuando la planta se encuentra en etapa de elote, señaló el investigador Francisco Javier Ugalde Acosta. La verificación de beneficios fue directa al momento de la cosecha, enseñanza viva, misma que logró convencerlos para replicar el ejercicio en próximo ciclos de cultivo.

Condiciones poco amigables

En este caso concreto, la innovación presentada tuvo desarrollo en condiciones poco amigables, si consideramos, se trata de un suelo cercano a la costa de características arenosas con PH ácido.

Además aplicaron labranza mínima sobre pastizal utilizando la primera versión de sembradoras creadas en el Campo Experimental Cotaxtla, diseñada 15 años atrás, aun vigente, ahora auxiliado con riego por aspersión. La siembra ocupó espacio de vientos violentos, velocidades hasta 110 kilómetros por hora, con mayor riesgo de que el maizal se “acueste” cuando está en formación el elote.

Veamos los números finales: produjeron 37.5 toneladas por hectárea en forraje de alto contenido de proteína. Población de 71 mil plantas por hectárea, costo de 56 centavos por kilogramo, lo que significa invertir $ 7.00 en la alimentación diaria de los vacunos con ración de 12 kilogramos de silo de maíz por animal de 400 kilogramos. Se logra ahorro notable frente al costo de pacas de pasto Pangola, ya ni compararlo con alimento balanceado.

Rentabilidad de forma integral

Bajo el enfoque descrito, Ugalde Acosta destacó, además de las ventajas nutritivas que favorecen conceptos de engorda,  leche y reproducción, se logra la aspiración de todos dedicados al trabajo del campo: rentabilidad, obtener utilidades justas al esfuerzo desplegado tanto en agricultura como ganadería. Nadie en su sano juicio le apuesta a perder, descapitalizarse y quedar en la ruina, razón progresiva del abandono de la tierra cultivable.

Historia de la investigación

Hoy se dispone de la semilla V-537 ; pero según los investigadores entrevistados, el trabajo de campo y laboratorio data desde 1965 con el cruzamiento de maíces para incorporar el gen opaco 2 a semillas normales y el maíz tuxpeño veracruzano fue la base de la creación de grado adicional de proteína.

El primer resultado tenía la desventaja de aparecer con textura arenosa altamente susceptible a la invasión de gorgojos y menor peso, bajo rendimiento en campo.

Siguieron las actividades y 1966 se dio el anuncio oficial del producto, la sede fue la Universidad de Purdue, Indiana por el doctor Edwin Wellhausen, funcionario de la Fundación Rockefeller y fundador del Campo Cotaxtla.

En 1971 establecen demostraciones de las bondades reunidas y continuaron 26 años – 1997 – para obtener la semilla ideal , de proyección mundial con alto contenido de lisina y triptófano esfuerzo conjunto entre Inifap y el Centro Internacional del Mejoramiento del Maíz y Trigo.

Hablamos de realidades, nada de fantasías, la investigación mexicana y mundial merecen amplio reconocimiento y así con mejores políticas de las 3 instancias de gobierno deberá aplicarse a un campo subaprovechado en alimentos básicos.

Podemos ser autosuficientes dijeron, de verdad, más allá del discurso, al contar con ciencia y tecnológia destinada a la gente de probada vocación agrícola y ganadera, veracruzanos y mexicanos en general productivos y exitosos.

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