Siguen las buenas noticias sobre comportamiento productivo del campo veracruzano, resultado de la aplicación de la tecnología disponible a nivel local que por muchos años permaneció ignorada por responsables de fomentar producción de alimentos básicos, declaró el investigador Francisco Javier Ugalde Acosta.
Destacó el ejemplo exitoso logrado con el regreso de siembras de Frijol Negro Veracruz a la zona de Zempoala, municipio de Ursulo Galván, a partir del ciclo otoño-invierno 2022.
Poco a poco crece el número de cañeros que ocupan buena parte de su superficie en el cultivo de esta leguminosa, al demostrar resistencia a la sequía desprendida por el fenómeno del cambio climático.
Historia de la innovación
Reviste importancia apuntar el origen de esta aportación de investigadores mexicanos. El informante se remonta a 1971, momento del inicio de colecta de semillas de frijol criollo nativo de Zempoala, Ursulo Galván; mismas que luego fueron mejoradas por científicos del Centro de Investigación Agrícola para entregarse a productores una década después en 1981 con el nombre de Negro Veracruz.
Por cierto, comenta Ugalde Acosta, desde 1998 lleva registro puntual, hasta la fecha, de los rendimientos de la variedad de frijol referida en versiones de temporal, humedad residual y riego, 65 eventos en total localizados en 8 entidades federativas. Anota rendimiento promedio de 1200 kilogramos por hectárea en condiciones favorables y desfavorables.
Rentabilidad es la clave
En toda actividad productiva, la clave del desarrollo radica en la rentabilidad, por esa razón, el cultivo de la caña desplazó al frijol y gran parte de la región sotaventina se convirtió en monocultivo, cuando el productor tiene certeza en la venta a los ingenios de sus cosechas a precio concertado.
Olvidaron esos migrantes que el frijol puede ser compatible con la gramínea en asociación por los atributos biológicos y mejoramiento del suelo al dotarlo de buena dosis de nitrógeno y otros nutrientes.
Virtuoso retorno a su origen
Por fin se rompieron resistencias al cambio, consecuencia de demostraciones de ventajas del apoyo tecnológico creado por investigadores desde Veracruz.
El primer “valiente” en sembrar fue don Joel Toral de la localidad El Despoblado, municipio de Ursulo Galván en condiciones de riego rodado con rendimiento de 2200 kilogramos por hectárea que significa alta capacidad productiva y de negocio, rentable del Frijol Negro Veracruz.
A partir de ese momento despertó el interés por secundar la iniciativa, adquirió fama y varios cañeros que disponían de riego rodado incursionaron en esta variante agrícola, un acierto por el monto de utilidades.
Siguió don Heriberto Chiquito y su familia del Ejido El Arenal, de la misma municipalidad citada. Halamos de siembra ciclo otoño-invierno 2023 dotada de riego, obtuvo cosecha de 2250 kilogramos por hectárea.
Esa inercia productiva estimuló al productor y emprendesegundo ciclo agrícola con similares resultados – buenos –veamos: en el curso de 7 meses ocupó su parcela en dos ocasiones y multiplicó 53 veces el número de kilogramos depositados en el surco.
Análisis económico, costo-beneficio establece: por cada peso invertido se recuperó el capital y otros dos de utilidades. Ese escenario, de verdad, motiva a la gente de campo a cultivar la tierra, mucha superficie ociosa o subaprovechada por falta de apoyo oficial.
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