Se castiga al mejor equipo.
Emociones Compartidas. Carlos López Gutiérrez de Velasco.
Jamás he ocultado mi descontento por el sistema de competencia del fútbol mexicano; si bien hemos escuchado constantes críticas por una fase final de 12 equipos en la breve época del repechaje y de 10 ahora con el formato de play-in, cuando eran 8 los que se clasificaban a las rondas de eliminación tampoco era correcto, competitivo ni deportivamente justo.
Las ligas deben ser competencias de regularidad y calidad, porque, justamente, son torneos a largo plazo y que, en una utopía, premian al mejor de la temporada y no al que tuvo un par de buenos momentos. Las condiciones comerciales han hecho imposible que esto sea así, la Liga MX nunca genera tanto como lo hace en la liguilla; sin embargo, lo han llevado a niveles ridículos donde el mejor equipo del país que estuvo cerca de romper el récord de puntos y otro que apenas hizo la mitad, ambos, tienen la oportunidad de quedarse con el título.
No hay un verdadero premio por hacerlo mejor en la temporada. ¿Cerrar en casa? El fútbol y las estadísticas nos han demostrado que no es suficiente. ¿Evitar una ronda de pre-clasificación? Quita más de lo que otorga por temas de parón y pérdida de ritmo. ¿Avanzar por posición en caso de empate? Es lo mínimo aceptable. La Liga MX es un torneo en el que un equipo excelente y otro mediocre cuentan con las mismas condiciones para quedarse con la corona.
Y en este contexto, llegamos al bendito Apertura 2023: una edición que ha estado cargada de irregularidad de calendarios, de juegos reprogramados y desnivel en la mayoría de los equipos. La constante fue y es, como desde hace 2 años, el gran nivel de rendimiento de Las Águilas del América. Los de Coapa hicieron 40 puntos y están muy por encima del resto. Son redondos y funcionales, sólidos atrás y efectivos adelante. En cualquier torneo de ligas europeas habrían salido campeones con jornadas de antelación. No sólo van a competir por el título contra otros que sumaron la mitad de lo que ellos hicieron, sino que van a ser los más afectados por la Fecha FIFA.
Es claro que la Fecha FIFA no es un tema local y es algo que se programa con mucho tiempo de antelación pero, justamente ese es el problema. Incluso en algo que no se planea directamente para quitarle los privilegios y ventajas con las que deportivamente debería contar el que mejor lo hizo en la etapa regular, la deficiente organización de este Apertura 2023, que incluye ese terrible parón por un mes por la Leagues Cup, condenó a los 6 equipos con mejor desempeño en el torneo a tener 3 semanas de inactividad oficial desde que acabó la jornada 17 hasta que enfrente su primer partido de la liguilla.
No se debe seguir justificando este formato antideportivo en que es lo que da “emoción”, porque en ese concepto de “darle emoción” puedes estirar la liga a niveles absurdos. Y si ganan los mismos, como es en otras ligas, bien, será porque son los mejores.
El fútbol mexicano está estancado; y es importante, para que recupere el puesto que merece, que se ofrezca un sistema que premie la competitividad y no el conformismo, los calendarios sean regulares y estables, exista una planeación prudente y correcta en todos los sentidos, los clubes tomen un rol activo en la producción de talentos, se retomen las alianzas con la confederación sudamericana para regresar a Libertadores y regrese el ascenso/descenso.
Hasta ese momento, el excelente va a seguir siendo castigado y el mediocre premiado.
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