Con carácter urgente las autoridades encargadas de regular la movilidad y tránsito municipal deben implementar programas preventivos de concientización entre conductores en general de la conurbación Veracruz-Boca del Río sobre las bondades que tiene el manejo a la defensiva.
En la declaración hecha por el licenciado Adrián García Díaz evoca los años 1998-1999 cuando despachó en el cargo de delegado de Tránsito Municipal. En ese entonces crearon el Comité Técnico Ciudadano a fin de dar respuesta al peligro que implicaba la irrupción de repartidores de pizzas a bordo de motocicletas. Hoy, esa “bomba de tiempo” creció exponencialmente a partir de la pandemia Covid 19 con reparto de comida a domicilio.
Señalan evidencias
La realidad la conocemos todos, agregó quien también fuera Director General de Tránsito del Estado. Apenas ayer el jefe del departamento de atención de emergencias de la Cruz Roja señaló la situación crítica prevaleciente en esta jurisdicción con registros de 4 percances graves algunos con saldos funestos en promedio diario con participación de motociclistas.
Razón de más para cambiar patrones de conducta tanto en el sector público como en el particular, privilegiando el manejo defensivo, preferible llegar unos minutos tarde a parar en el hospital o bien en oficinas judiciales.
Responsabilidad compartida
Este problema donde está en juego el patrimonio e integridad física de veracruzanos que usan vialidades urbanas debe enfrentarse de manera integral opinó García Díaz; por un lado la autoridad municipal con el mantenimiento permanente de operación de semáforos que incluye sincronización de los mismos.
Abarca señalética en cruceros peligrosos y dejar de lado el exceso de confianza de conductores al circular en avenidas o paseos con preferencia de paso, la prevención debe prevalecer siempre.
Un calvario deslindar responsabilidades
Además de que “golpe dado ni dios lo quita”, el entrevistado hizo referencia al proceso de deslinde de responsabilidades cuando ambos conductores participantes aducen haber pasado con luz verde. Generalmente los peritos de tránsito recurren a lo más práctico de remitir el caso a la fiscalía y el conflicto se convierte en un calvario, sin faltar testigos falsos y otras argucias de defensores.
El proceso judicial suele prolongarse; por lo tanto cobra relevancia cancelar una situación de esta naturaleza mediante el manejo a la defensiva, evocando a Napoleón Bonaparte que en su momento dijo: “Vísteme despacio que voy de prisa”.
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