La Segunda Cuesta del Año 2023 será una de las “más crudas” para las familias mexicanas, derivado de la recesión económica por la pandemia del coronavirus, que dejó pobreza laboral y crisis alimentaria con el alza de productos de la canasta básica, advirtió la
Representante Legal del Barzón Resistencia Civil, Teresa Carbajal Hernández.
Detalló que la “Segunda Cuesta” se registra en los meses de julio y agosto, porque las familias además de cubrir los gastos diarios en alimentación, vivienda, transporte y vestido, se ven obligadas a pagar fiestas de graduación de los hijos e hijas, y las inscripciones a escuelas, compra de libros, uniformes, mochilas y útiles escolares.
“La Segunda Cuesta es una de las más graves y crudas de por lo menos 20 años. Se le suma la recesión económica, de moratoria generalizada, un alto costo de la vida, una pobreza laboral y alimentaria con el alza de productos de la canasta básica, de los bienes y servicios de primera necesidad”.
Segunda cuesta del año, la más difícil para las familias
De tal manera, que las familias adquirirán deudas al hacer uso de las tarjetas de crédito cómo un mecanismo de financiamiento para cubrir los gastos de la “Segunda Cuesta del año” propiciada por la necesidad de que sus hijos inicien nuevo ciclo escolar.
“Actualmente tenemos un nuevo récord en materia de uso de plásticos como un mecanismo de financiamiento para las familias en el país, esto implica un encarecimiento del dinero, una expectativa, una moratoria aún más grave de lo que se viene viviendo de la pandemia” explicó.
El panorama de crisis económica del año 2023 es similar al escenario previo que se tuvo en 1994 con la devaluación de la moneda nacional.
“Lo que sucedió en 1993 casualmente estamos en el año 2023, y pareciera que este ciclo de hace 30 años nos traslada al escenario de una de las peores crisis de deudas que han azotado a nuestro país” lamentó.
Desde el Barzón se recomienda a las familias hacer una planificación de los gastos y deudas en lugar de hacer uso de los nuevos financiamientos.
Aunque usar las tarjetas de créditos “es un catálogo de buenos deseos y las familias necesitan recurrir a financiamientos” es necesario analizar la deuda que van a adquirir, a tomar en cuenta las letras chiquitas, no caer en publicidad engañosa, no prestar datos personales, ni dar pagos anticipados.
“Y ser nuestro principal mecanismo de defensa en estos momentos que estamos solos cómo usuarios de créditos y consumidores” finalizó Teresa Carbajal.
AVC Noticias
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