Esta es la primera temporada y podríamos decir que estamos ante la nueva “Gilmore Girls”, solo que aquí los problemas van más allá de ese pueblo de ensueño donde se desarrolla la historia de una madre joven soltera con sus dos hijos, la cual ha sufrido una enorme cantidad de problemas en su pasado con su fracturada familia, sus amores pasajeros (ambos son de padres distintos) y donde trata de sacarlos adelante de la manera en que le sea posible, pero también tenemos a una hija con una vida desordenada que está aprendiendo de su adolescencia, la amistad, los primeros sentimientos y lidiando con ese oscuro ayer de su propia madre, el cual les está cobrando factura en la actualidad.
Ginny es una adolescente de 15 años que no encaja con el perfil común de su edad y que, en numerosas ocasiones, se siente incluso más madura que su madre, la enérgica Georgia Miller, a la cual tuvo a los 15 años de edad. Ambas tienen de todo menos una vida normal, y junto al pequeño hijo y hermano Justin, se mudan a Nueva Inglaterra, al noreste de Estados Unidos, con la esperanza de poder establecerse y tener una vida normal; conocen personas nuevas que serán parte importante para ellas, pero los secretos del pasado se harán presentes para estropear todo alrededor de ambas, viviendo así situaciones muy complicadas en donde existirán cosas correctas, pero muchas incorrectas por una serie de acciones que traerán consecuencias irreparables.
LO BUENO: Tenemos 10 episodios cuál típica serie de drama familiar que se permite algunos momentos melosos y cómicos, pero que goza de enorme empoderamiento femenino por parte de sus protagonistas interpretadas por Brianne Howey y Antonia Gentry, ambas excelentes; además de un reparto con personajes secundarios que son de vital importancia para narrarnos esta historia; a esto sumamos el misterio de saber si en realidad Georgia es buena o mala, si Ginny es ahora un claro reflejo de ella y si todo el alrededor ha sido el causante del comportamiento inapropiado de una madre que desea lo mejor para sus hijos, quienes necesitan saber respuestas.
LO MALO: Puede que el ritmo de su narrativa se sienta un poco lenta al llevar a fondo cada uno de los temas, y que su episodio final deje todo de cabeza al salirse de control la relación entre las amigas de Ginny y los amores de Georgia, decisiones incorrectas de las protagonistas; pero gracias a las dudas que se van sembrando y los viajes de épocas para presentar la juventud complicada de la madre y su vida actual al lado de sus dos hijos, nos mantienen entretenidos y motivados para ver la segunda temporada que ya está disponible en Netflix.