Si decidió volver fue por minutos.
Emociones Compartidas. Carlos López Gutiérrez de Velasco.
La llegada de Diego Lainez a los Tigres de la UANL, lejos de asegurarme su regreso al protagonismo, me abre cuestionamientos sobre cómo el equipo felino va a organizar su plantilla y si la repatriada del canterano americanista es en vano.
No pudo hacerse regular en España, pasó mucho tiempo sin jugar en Portugal y ahora el tabasqueño de 22 años retorna al futbol mexicano con el objetivo de volver a sentir lo que es ser un recurrente en los once iniciales, pero la situación no es tan sencilla como podría aparentar.
Hay algo más complicado que manejar un grupo carente de talento, y eso es administrar uno con exceso de él. En este mismo periodo, los de San Nicolás ficharon a Nicolás Ibáñez, quien fuera campeón goleador el torneo pasado con los Tuzos del Pachuca. Tigres pagó siete millones de dólares por Ibáñez y, más allá del precio, no te haces de los servicios del mejor delantero de la liga para tenerlo en el banquillo. Posiblemente tengan que modificar su esquema de 4-3-3 a un 4-4-2 para que el argentino y el francés, André-Pierre Gignac, compartan el sector del ataque. En este dibujo resulta muy complicada la titularidad del joven mexicano.
Pero el costo de traer a Lainez fue igualmente alto o mayor: siete millones de dólares por la transferencia y dos millones de salario anual, además de un rechazo generalizado. Las cifras no hacen mucho sentido si no está dentro del campo y el escenario idóneo para él sería mantener la formación ofensiva con un punta y dos extremos. Sin embargo, aún en ese caso, no tengo claro que pueda quitarle el puesto inmediatamente al colombiano Luis Quiñones, que está teniendo un gran inicio de temporada y hace una mancuerna espectacular con el diez histórico.
Desde el principio me resultó un movimiento arriesgado. Ni me parece la mejor inversión para Tigres, ni le garantiza nada a Diego Lainez. No es el futbolista que viene a marcar la diferencia, que su única constante en Europa haya sido ser relegado por los dos equipos de los que formó parte no es ninguna casualidad. Me parece un fichaje desproporcionado, en lo económico y lo mediático. Pese a todo, sigue siendo de las grandes promesas que tiene el futbol mexicano y los años venideros serán claves para su desarrollo y consolidación.
Diego Cocca, entrenador de los Auriazules, tiene mucho trabajo, por más que la idea de tener un equipo plagado de estrellas suene excelente en el papel, a la hora de llevarlo a la práctica es un poco más complicado que escoger once y ponerlos a jugar.
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