De las reflexiones derivadas de la recién concluida Reunión Nacional Científica y Tecnológica realizada en nuestra entidad destaca el punto de coincidencia de los asistentes en el sentido de dar impulso de parte de los gobiernos de las 3 instancias a los avances en semillas mejoradas y resistentes a los cambios severos provocados por el cambio climático.
Ante ese panorama negativo con tendencia a ser peor a corto y mediano plazo, de mayor dependencia del exterior en productos básicos, de origen mexicano. Una realidad que funcionarios de las dependencias involucradas se resisten a reconocer el tamaño de la pérdida de soberanía alimentaria.
La realidad impone cambio de política de gobierno mediante la divulgación del capital tecnológico construido en el curso de varias décadas por especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. El mejor camino radica en demostrar al productor, a pie de surco, la efectividad de la nueva propuesta al entregar resultados con importante mejoría.
En el reporte proporcionado por el ingeniero Francisco Ugalde Acosta, coordinador de Divulgación del INIFAP habló de resultados concretos logrados en la zona de Los Tuxtlas y sur de Veracruz, Oaxaca y Tabasco con participación de los campos experimentales de Cotaxtla y Huimanguillo, aplicando genotipos de alto rendimiento.
Además se contó con labor desplegada de técnicos de fomento agropecuario municipal, estudiantes de escuelas agropecuarias y distritos de desarrollo rural.
Tecnología disponible puede salvar al campo empobrecido
Estas acciones ocurrieron durante el periodo de pandemia del covid 19. Sembraron en el campo 59 módulos de innovación con maíces mejorados H-567 , H-520 y V 537C, población de 58 000 plantas por hectárea y razonable volumen de fertilizante, variable de acuerdo con el alto costo de los agroquímicos.
Los números no mienten sobre el acierto del programa y cabe señalar, el material de campo estuvo sujeto a efectos del clima derivados del fenómeno de la niña, caracterizado por exceso de humedad y sequía intraestival. En el ciclo primavera-verano cosecharon 5.6 toneladas por hectárea en tierra de temporal que equivale al 166 % de mejoría comparado con registros tradicionales, garantizaron la inversión y obtuvieron ganancias de setenta centavos por cada peso invertido.
Hablamos de realidades dijo el informante, al quedar demostrado que la oferta tecnológica de genotipos mejorados de maíz del Campo Experimental Cotaxtla y Huimanguillo responden a la necesidad de elevar productividad y obtener utilidades de quien trabaja la tierra en diversas condiciones del clima, ahora que es creciente la amenaza del cambio climático.
Por Mario Vásquez Sandoval
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